Tú. Siempre Tú.

Y en la intensidad de los besos de terceros mi mente retorna a ti, siempre tu.

¿Por qué sera que mi corazón late solo ante tu nombre?

¿Que tienes que debilitas cada una de mis defensas? 

Vuelves plastilina todo mi ser,

tu sola mención ya moldea mis sentido.

Ya que por fuera de ti, comprendo el limite

se que lo que hago al tenerte frente a mi, no es correcto.

Pero al tenerte cerca, creo necesitarlo.

Necesitarte.

Comprende, es muy difícil abandonar un querer...

Mas cuando tu, te empeñas en quedarte,

aunque no comprendo la razón.

Dices no tener intención de lastimarme,

pero lo haces.

Juras no querer que te quiera, pero me provocas.

¡Abandona ya ese juego!

Tan solo no es justo.

No buscas que quiera algo inalcanzable.

Decide, aclara tu mente,

pero hazlo solo.

Por favor te lo pido, no me metas en tu lió.

Porque yo ya tengo problemas contigo.

Dejar de sentir es imposible, no tengo poder sobre eso.

Pero si verte se vuelve sinónimo de sufrir,
por mas que te ame, debo abandonarte.
Abandonar la ilusión de que recapacites,
de que un día me veas y pienses en mi,
que mágicamente me quiera querer.
Y así sea.
Despertare de ese sueño, aunque me cueste años.
se que al fin, todo tiene final.
Y tu ya pusiste mi punto. 
Pero yo debo asimilar que el final esta premeditado.
Mientras tanto, ahórrame el momento.
Tan solo... tan solo no.